miércoles, 26 de noviembre de 2008
Me han enseñado a extrañarte sanamente, a esperarte.
Me han obligado a pensar en ti, todas esas noches antes de conciliar el sueño,
a desearte descanso, a imaginarte dormido, en otra cama, en otro sitio.
Me han acorralado muchas veces, discretas, maquiavélicas…
Han intentado disuadirme tantas otras, pero no han podido, te amo profundamente.
A veces, se interponen en mis planes, arruinan mis ilusiones, incluso
se meten en noches en que no las esperaba, cambiándome el rumbo.
Las quiero hacer mis amigas, no he podido. Yo creo que no nos quieren.
Pronto las echaré de las noches tuyas, y cómo van a extrañarte,
correrán por los pasillos desesperadas, histéricas,
y yo, sonreiré con la cabeza en tu hombro, en mi cama,
acompañada de ti.
M San Felipe. 2008
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